Narra las aventuras de la intrépida periodista Adèle Blanc-Sec, que viaja a Egipto para recuperar la momia del médico personal de Ramsés II para resucitarlo y que con sus conocimientos de medicina pueda curar a su hermana gravemente enferma. Mientras tanto, en su ciudad, París, los habitantes se ven acosados por el ataque de un pterodáctilo de más de cien millones de años de antigüedad misteriosamente resucitado...
Yo pensaba que esta sería una especie de La momia, sin llegar a su nivel claro, pero con un nivel de aventura y entretenimiento digno. Pero la verdad es que ni como aventura ni entretenimiento simplemente. La película no está mal, pero es como un cuento infantil, sin llegar a ser infantil. Con los personajes extremadamente caricaturescos. La historia sin apenas interés, no tiene ningún momento apenas de emoción. No digo que la película sea mala, que eso no me gusta decirlo. Simplemente que a mí no me gusta. Pero es cierto que como entretenimiento puede funcionar aunque para mí no lo haya hecho. Lo único apenas salvable, es la actriz protagonista, que se puede deducir que tiene talento tanto dramático como cómico. Y digo se puede deducir. La verdad es que me dejó un poco sorprendido ver que esta película era de mi admirado Luc Besson. Y es que este hombre anunció que se retiraba de la dirección después de dirigir Juana de Arco, y volvió con una serie de películas infantiles que no le pegaban nada al director de obras como El quinto elemento, Leon (El profesional), Nikita. Se plantó con la ya trilogía de Arthur y los Minimoys que hace pensar que habrá tenido hijos, y ahora se quiere dedicar a hacer películas para ellos. Y ojo, la primera de Arthur me gustó, pero las otras ya suenan a rollo...
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